En la actualidad, más de 6 millones de franceses no tienen médico propio, y la preocupación de los ciudadanos por los desiertos médicos y la saturación de los servicios de urgencia no hace más que aumentar. Para remediar esta situación, el ministro de Sanidad, François Braun, insistió el lunes, en el lanzamiento de las consultas sanitarias organizadas en el marco del Consejo Nacional de la Refundación, en una mejor coordinación entre los profesionales de la salud y en un mejor reparto de las tareas para que los médicos puedan tener más tiempo para sus pacientes y para que puedan responder mejor a las solicitudes de atención de urgencia.
Para ello, se aumentará el número de asistentes médicos hasta 10.000 de aquí a 2025 (a finales de abril ya se habían firmado 3.000 contratos de asistente médico). Se supone que estos asistentes médicos realizarán las tareas administrativas o los gestos técnicos que suelen hacer los médicos, y esto es lo que les permitirá hacerse cargo de un 10% más de pacientes.
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